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Como una piscina en tu hogar te ayuda a tu salud física y mental

Como una piscina en tu hogar te ayuda a tu salud física y mental

Imagina poder disfrutar de un refrescante chapuzón en cualquier momento del día, sumergirte en el agua y liberar el estrés acumulado. Con una piscina en casa, todo esto es posible. Pero no solo se trata de diversión bajo el sol, también hay beneficios significativos para tu salud física y mental, especialmente a través de la natación. ¿Te gustaría disfrutar de una forma divertida y saludable de relajación y ejercicio sin salir de tu hogar? 

 

Una de las mayores ventajas de tener una piscina en casa es la conveniencia de tener acceso a la natación en cualquier momento. Ya sea temprano en la mañana, durante el día o incluso por la noche, puedes sumergirte y disfrutar de una sesión de natación sin tener que preocuparte por horarios o desplazamientos. Es como tener tu propio gimnasio acuático personal disponible a unos pasos de tu hogar. 

 

La natación es una forma de ejercicio completa que involucra todos los grupos musculares de tu cuerpo. Al nadar, estás mejorando la resistencia cardiovascular y aumentando tu flexibilidad. Además, es un ejercicio de bajo impacto, lo que significa que ejerce menos presión sobre tus articulaciones en comparación con otros deportes o actividades físicas intensas. Esta característica la hace ideal para personas de todas las edades y niveles de condición física.

 

La Dra. Raquel Pedrero-Chamizo, del Grupo de Investigación ImFine, Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid, señala: “La natación posibilita desarrollar de forma simultánea la mejora de dos cualidades físicas básicas fundamentales para las persona y muy relacionadas con la salud, como son la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular”. Además, cabe destacar que otras capacidades tales como la coordinación, la agilidad, la velocidad y la flexibilidad, fundamentales para el día a día de las personas, también son desarrolladas con esta actividad.

 

Pero nadar no solo es beneficioso para tu cuerpo, también es un gran aliado para tu mente. Sumergirte en el agua y deslizarse suavemente a través de las brazadas brinda una sensación de calma y serenidad. La combinación del movimiento fluido y el agua que te rodea tiene un efecto relajante y liberador, reduciendo el estrés y la ansiedad. Nadar se convierte en una forma de meditación en movimiento, donde puedes desconectar del mundo exterior y centrarte en ti mismo. 

 

Algo que no podemos olvidar es que ¡los niños adoran las piscinas!, ellos también se benefician enormemente de tener una piscina en casa. Les encanta jugar y chapotear en el agua, desarrollando sus habilidades acuáticas desde una edad temprana. Además, una piscina en casa brinda una excelente oportunidad para que los padres pasen tiempo de calidad con sus hijos, creando recuerdos duraderos y fomentando un estilo de vida activo.

 

En lo que coinciden todos los expertos es que la natación es el deporte ideal para practicarlo de pequeño porque tiene múltiples beneficios para su desarrollo físico, social y psicológico. Además, ayuda a que los niños mejoren su equilibrio, su coordinación y su conocimiento del espacio. Permite “que el niño afronte junto a su madre o padre el miedo que crea el agua por primera vez. Ellos les aportan seguridad y refuerza enormemente la confianza de los niños hacia sus padres”. “El niño debe conseguir la supervivencia y la seguridad en el agua y la mejor edad para hacerlo es hasta los tres años”, menciona Moisés Gosálvez nadador olímpico en Moscú 1980. 

 

Pero más allá de los beneficios físicos que tiene la natación, un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI) señalaba que nadar, al igual que otros ejercicios, reduce los síntomas de la ansiedad y la depresión. Estas mejoras en el estado de ánimo se producen por un aumento considerable de la circulación sanguínea en el cerebro y sus efectos en el denominado de forma científica “eje hipotalámico-hipofisario-adrenal” (HPA), parte esencial del cerebro que controla el estrés y, por lo tanto, ayuda a su reducción no solo social sino también el estrés físico. De hecho, los niños que la practican de forma habitual y pasan muchas horas en el agua, llegan incluso a tener sueños en los que en vez de ir a los sitios andando van nadando por el aire. “Está claro que las sensaciones que provoca el agua tienen un impacto emocional subconsciente fuerte para que algo así suceda”.

 

Con una piscina en casa, todo esto es posible ¿Te gustaría disfrutar de una forma divertida y saludable de relajación y ejercicio sin salir de tu hogar? En Endora Apartamentos entendemos la importancia de crear espacios que promuevan el bienestar y la calidad de vida. 

 

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